23 ago 2009

Cuatro puntualizaciones...

En vista de que alguien por aquí ha hecho notoria la pastelada de post anterior (provocando mi sonrisa, que es un motivo más que generoso para que le diga: Y yo a usté también, aunque espero que antes de que haya vuelo comercial en Villafría hacia Canarias, nos concedan el honor de mostrarles nuestra vida aquí), voy notando que queréis bajas pasiones y recalentones en forma de sapos y culebras. Pero no serán bajas pasiones islamoprogretarras sino justificación para lo de melosona, o lo que muchas veces, para quien esté de paso, puede resultar un post frívolo (en plan "qué bonico es el amor y a los demás que os vayan dando"). Quien me conoce un poco más, sabe que la reivindicación de mi amor es un canto a la coherencia en la vida.(Tooma y toma) Porque él hace que mi manera de vivir sea más cercana a mis principios más íntimos. Y esto es: 1.-Los príncipes azules no existen. Porque las relaciones humanas son justas(y bellas, si me permiten la cursilada) si media el principio de igualdad, cosa que no abunda en los cuentos de Andersen. Por lo tanto, yo tengo una relación mejor que la de la princesa encantada. Y no sé lo que puede sentir Leticia, ni me importa, pero no la envidio. 2.-Las mujeres no buscan hombres parecidos a sus padres(ni a sus roles masculinos cercanos, como hermanos, tíos...). Yo soy un ejemplo entre minolles. Y es algo que me llena d'orgullo y satisfacción. Sobre todo siendo un entorno izquierdoso-machista el mío, combinación jodida ande las haya, no se vayan ustedes a creer, aunque sea cierto que de mi época son casi todos machistas y abundan más entre los fachas(donde va a parar!) 3.-Mi muro maravilloso, que muchos interpretan como dependencia (y yo como ventaja porque creo en la gente gracias a él, entre otras personas), hace que la tristeza que producen las decepciones, cotidianas o abruptas, se disipe con un roce entre los brazos o una mirada chispeante, de entusiasmo por vivir a su/tu lado. 4.-Mi muro maravilloso cree en mí para que yo crea en él y en mucha más gente...y diluye las malas lenguas cuando hay una separación forzada y visitas de obligado cumplimiento. Estos argumentos (creo yo) que serán suficientes para el azucarillo.